¡El chef Loyd Von Rose reduce el tiempo de inventario de horas a minutos para más de 100 productos y ahorra mucho! (L'infâme Tittle Tattle)

Loyd habla abiertamente sobre los desafíos a los que se enfrentaban con el inventario antes de cambiarse a WISK y dice: «Es un poco difícil simplemente hacer inventarios». El proceso llevaba mucho tiempo, era impreciso y, a menudo, generaba frustración. Sin embargo, su principal preocupación al adoptar WISK no era necesariamente el software en sí, sino si valdría la pena la inversión. Al igual que muchos propietarios de restaurantes, Loyd se mostró cauteloso a la hora de gastar dinero en nuevas herramientas, especialmente cuando los sistemas existentes, aunque ineficientes, seguían utilizándose.

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Sin embargo, después de usar WISK, Loyd se dio cuenta rápidamente del valor que aportaba a su negocio. Explica: «Honestamente, ahorramos mucho dinero con él porque ya no hay más robos. No hay más promociones gratuitas». Antes de WISK, la pérdida de productos a causa del robo y la falta de seguimiento de los regalos promocionales eran un problema constante, que afectaba tanto a la precisión del inventario como a los resultados. Con WISK, esos problemas se eliminaron. La aplicación facilitó el seguimiento de los niveles de existencias en tiempo real, lo que redujo la posibilidad de robos o desperdicios. Loyd también destaca la posibilidad de «comprobar los saldos», una función que garantiza que puedan identificar rápidamente cualquier discrepancia y abordarla antes de que se convierta en un problema mayor.

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Este nuevo control sobre el inventario no solo ahorró dinero, sino que también aportó la tan necesaria claridad a las operaciones. La simplicidad del sistema ayudó a agilizar los procesos que antes parecían una lucha interminable y, en última instancia, liberó tiempo y recursos para las cosas que más importaban, como mejorar la experiencia del cliente y centrarse en la oferta de alimentos y bebidas. Para Loyd, supuso una clara victoria: WISK ayudó a reducir los costes, ahorrar tiempo y proporcionar información precisa y en tiempo real que hizo que la gestión del inventario resultara menos engorrosa.

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«Antes nos tomaba alrededor de una o dos horas a la semana. De hecho, dos veces por semana, y no era muy preciso con nuestra hoja de Excel». El sistema anterior consumía mucho tiempo y era propenso a errores, por lo que a menudo el equipo tenía que rehacer las cosas o adivinar los números. Esto añadía un estrés innecesario a sus ya apretadas agendas.

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Ahora, las cosas son mucho más eficientes. «Pero ahora tardamos unos 30 minutos y terminamos», dice Loyd con sorpresa. El proceso es más rápido, fluido y fiable. Lo que realmente destaca para Loyd es lo fácil que se ha vuelto delegar la tarea. «Desde que tengo WISK, en primer lugar, ya no necesito hacer inventarios porque puedo simplemente pedirle a mi personal que lo haga, lo que es mucho más fácil». La simplicidad de la aplicación significa que incluso los miembros del equipo con poca experiencia pueden gestionar el inventario sin mucha orientación. Esto no solo ahorra tiempo a Loyd, sino que también le permite centrarse en otras partes importantes de su negocio. Es un punto de inflexión para alguien que siempre tiene que hacer malabares con múltiples roles.

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